Bienvenidos al blog de Filosofía y Psicología. En esta ocasión, nos adentramos en el mundo de los estoicos, una corriente filosófica que ha dejado una huella profunda en la historia de la humanidad. En este artículo exploraremos la noción de “placer innecesario y natural” que propusieron los estoicos y cómo esta idea puede cambiar la forma en que entendemos el placer y la felicidad en nuestra vida diaria. Descubre con nosotros cómo los estoicos encontraron el equilibrio entre la razón y el placer para alcanzar una vida plena y satisfactoria.

¿Qué dice el estoicismo sobre el placer?

El estoicismo es una filosofía antigua que sostiene que la felicidad se encuentra en la virtud y no en la búsqueda del placer. Aunque los estoicos no rechazan el placer por completo, lo ven como algo que debe ser buscado de manera limitada y con moderación.

Los estoicos creen que hay dos tipos de placer: el placer necesario y el placer innecesario. El placer necesario es aquel que es esencial para nuestra supervivencia y bienestar, como la comida, el agua y el refugio. El placer innecesario, por otro lado, es aquel que no es esencial para nuestra supervivencia, como los lujos y los excesos.

Los estoicos creen que debemos buscar los placeres necesarios, pero evitar los placeres innecesarios, ya que estos últimos pueden llevar a la indulgencia y la falta de autocontrol. Además, los estoicos creen que el placer innecesario puede distraernos de nuestro propósito en la vida y hacernos perder de vista lo que realmente importa.

En lugar de buscar el placer innecesario, los estoicos abogan por una vida de autodisciplina y autocontrol. Creían que la verdadera felicidad se encuentra en la virtud y la sabiduría, y que debemos ser guiados por la razón y la lógica en lugar de por nuestros deseos y pasiones.

Los estoicos creen que la verdadera felicidad se encuentra en la virtud y la sabiduría, y que debemos esforzarnos por vivir una vida de autodisciplina y autocontrol en lugar de buscar el placer innecesario.

¿Cuáles son los tres tipos de placeres que distingue Epicuro?

En la filosofía epicúrea, el placer es el objetivo principal de la vida humana. Sin embargo, no todos los placeres son iguales. Epicuro distingue entre tres tipos de placeres: los placeres naturales y necesarios, los placeres naturales e innecesarios y los placeres no naturales e innecesarios.

Los placeres naturales y necesarios son aquellos que son esenciales para la supervivencia y el bienestar físico del cuerpo, como la comida, la bebida y el descanso. Estos placeres son necesarios para mantener una vida saludable y satisfactoria.

Los placeres naturales e innecesarios son aquellos que no son esenciales para la supervivencia, pero que aún así proporcionan placer y felicidad, como el sexo y la música. Estos placeres son naturales en el sentido de que están en línea con la naturaleza humana y no causan daño, pero no son necesarios para la vida.

Por último, los placeres no naturales e innecesarios son aquellos que son artificiales, como la riqueza y el poder, y que no están en línea con la naturaleza humana. Estos placeres no son necesarios para la vida y pueden incluso ser perjudiciales para la salud y el bienestar del individuo.

En contraposición a los epicúreos, los estoicos creen que el placer no es el objetivo principal de la vida, sino más bien la virtud y la razón. Para los estoicos, los placeres innecesarios son una distracción de la búsqueda de la virtud y pueden incluso ser perjudiciales para el individuo. Sin embargo, los estoicos también reconocen la importancia de los placeres naturales y necesarios para la supervivencia y el bienestar físico del cuerpo.

¿Cuáles son los placeres no naturales y no necesarios?

Los estoicos creían en la importancia de vivir de acuerdo con la naturaleza y en la necesidad de evitar los placeres innecesarios y no naturales. Según ellos, los placeres innecesarios y no naturales eran aquellos que no se derivaban de las necesidades básicas del ser humano.

Los placeres no naturales incluían cosas como la riqueza excesiva, el poder sobre los demás y la fama. Estos placeres eran considerados no naturales porque no se derivaban de las necesidades básicas del ser humano y, por lo tanto, no eran esenciales para llevar una vida plena y satisfactoria.

Los placeres no necesarios, por otro lado, eran aquellos que se derivaban de las necesidades básicas del ser humano, pero que eran tomados en exceso. Estos placeres incluían cosas como la comida, el sexo y la bebida. Aunque estos placeres eran naturales y necesarios en cierta medida, los estoicos creían que tomarlos en exceso era una forma de indulgencia y debilidad.

Para los estoicos, la verdadera felicidad y satisfacción solo se podían encontrar a través de la virtud y la sabiduría. Vivir de acuerdo con la naturaleza y evitar los placeres innecesarios y no naturales era esencial para alcanzar esta felicidad y para vivir una vida plena y satisfactoria.

Los placeres innecesarios eran aquellos que no se derivaban de las necesidades básicas del ser humano, mientras que los placeres no necesarios eran aquellos que eran tomados en exceso. La verdadera felicidad y satisfacción solo se podían encontrar a través de la virtud y la sabiduría.

¿Qué es un placer natural?

En la filosofía estoica, el placer natural se refiere a aquellos placeres que son necesarios para la supervivencia y el bienestar humano, tales como el placer de comer para saciar el hambre o el placer sexual para la reproducción. Los estoicos creían que estos placeres eran innecesarios para la felicidad y la virtud, pero que eran naturales y, por lo tanto, no debían ser evitados.

Los estoicos también distinguían entre los placeres naturales y los placeres no naturales, como el deseo de riqueza, el poder o la fama, que eran considerados como innecesarios y peligrosos para la vida virtuosa. En lugar de buscar estos placeres, los estoicos abogaban por la autodisciplina y la moderación, y argumentaban que la verdadera felicidad y la virtud se encontraban en la aceptación de lo que es natural y en vivir en armonía con el universo.

Los estoicos creían que debíamos aceptar y disfrutar estos placeres sin aferrarnos a ellos, y que debíamos centrarnos en la autodisciplina y la moderación para alcanzar la verdadera felicidad y la virtud.

Conclusión

En conclusión, el placer innecesario y natural es una idea clave en la filosofía estoica. Aunque pueda parecer contradictorio, los estoicos creían que el mayor placer se encontraba en la virtud y en vivir de acuerdo con la razón. Al evitar los placeres innecesarios, se liberaban de la esclavitud de los deseos y podían alcanzar la paz interior y la felicidad duradera.

Además, esta idea puede tener aplicaciones prácticas en nuestra vida diaria. Al aprender a disfrutar de las cosas simples y naturales, podemos liberarnos de la presión de la sociedad de consumismo y encontrar la felicidad en lo que realmente importa. En resumen, el placer innecesario y natural puede ser un camino hacia una vida más plena y satisfactoria.

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